“Perla”: un thriller existencial en Mitteleuropa

LA OPINIÓN DEL “MUNDO” – PARA VER
Una breve introducción abre Perla , que evoca la invasión de Checoslovaquia por las fuerzas del Pacto de Varsovia en 1968. Hará falta tiempo para comprender cómo este teatro de opresión y violencia política afecta a la película, y más concretamente a su heroína, a la que encontramos, por elipsis, inmediatamente en Viena en los años 1980.
Se nos ofrece una narrativa serpenteante, que nos parecerá de una inteligencia formal y sensible, tanto más justificada una vez que hayamos comprendido el peso del secretismo y la intimidad herida que encierra. Perla es una emigrante eslovaca, una pintora sin dinero, madre soltera, una mujer a la vez caprichosa y oscura, ferozmente independiente, establecida en Viena en cierta precariedad con su hija.
Allí conoce a un hombre, Josef, que se enamora de ella y abandona a su esposa para formar una familia con Perla y su hija. Sin embargo, la historia se inclinará hacia una normalización imposible, primero a través de señales discretas, y luego de forma cada vez más directa. Las misteriosas llamadas que Perla mantiene en secreto, la obstinada negativa a hablar de su pasado, son, en este sentido, el prólogo de una confrontación consigo misma, aún más difícil porque encubre un trauma de gran intensidad.
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Le Monde